Durante mucho tiempo, prácticamente un siglo, la imagen de Mary Wollstonecraft se vio ensombrecida por la publicación que su marido había hecho de sus memorias. En ellas se hacía pública una relación escandalosa y una hija ilegítima. Su vida personal eclipsó sus ideas sobre la igualdad de hombres y mujeres hasta que las nuevas corrientes feministas del siglo XX y escritoras como Virginia Woolf la rescataron del olvido.
Una infancia difícil
Mary Wollstonecraft nació en el seno de una familia de clase media londinense el 27 de abril de 1759.
Su padre era un tejedor de seda que había heredado una importante
cantidad de dinero. Su negocio y su herencia le habrían permitido a él y
su familia tener una vida tranquila y acomodada sino hubiera sido por
su mala cabeza. Dilapidó el dinero y llevó a su propio negocio a la
ruina.
La precaria situación
económica de la familia llevó a Mary a empezar a trabajar en lo primero
que encontraba: costurera, insitutriz o acompañante de damas de la alta
sociedad. Su inteligencia y su amor por la lectura la llevaron a ejercer
de profesora cuando tenía poco más de 20 años.
La infancia de Mary no
sólo fue difícil por razones económicas. Ella misma recordaba como había
tenido que defender a su madre de la violencia que su padre ejercía
constantemente sobre ella.
Escritora de profesión
Durante años Mary trabajó
para sacar adelante y proteger a su familia de la pobreza. Harta de las
pocas posibilidades laborales que se le ofrecía a una mujer, Mary
decidió dedicarse a la escritura e intentar conseguir dinero por sus
palabras. Era una opción arriesgada y así se lo hizo saber a su hermana
Everina: Voy a ser la primera de una nueva especie. Tiemblo de pensar en el intento.
Pero
a pesar de sus miedos, alcanzó su sueño. No sólo fue aceptada en el
círculo literario de Londres, sino que consiguió que su editor le pagara
por sus escritos.
Ideas rescatadas
A finales del siglo XIX y
gracias a otras escritoras como Virginia Woolf, las ideas y creencias en
la igualdad de hombres y mujeres que tiempo atrás había defendido Mary
Wollstonecraft fueron rescatadas del olvido. Las corrientes feministas
del siglo XX hicieron suyas sus palabras de defensa de los derechos de
la mujer.