Pleno de gracia y de profundidad indudable. German Vargas, Cronos,
Colombia.
Este libro destila America por todos los poros. ¡Dichosa La
tierra que tiene un trovador que La descubre a sus semejantes! Jose
Angel Bermejo, Diario 16, España.
Galeano recupera para la literatura la
capacidad de recrear el mundo. Josep Morreres, Dia
(Montevideo, 3 de septiembre de 1940- 13 de abril de 2015). Galeano
tiene una larga carrera tanto en el plano personal como en el
profesional. Con tan sólo trece años empezó a publicar caricaturas para
el diario El Sol, un periódico socialista en Uruguay, bajo el pseudónimo
de «Gius» por la dificultosa pronunciación en castellano de su primer
apellido (Hughes).
Desde muy joven empezó a trabajar; fue obrero en una fábrica de
insecticidas, recaudador, pintor de carteles, mensajero, mecanógrafo,
cajero de banco y editor. En la década de los setenta un grupo
derechista militar en Uruguay lo encarceló. Por esta causa se marchó a
Argentina, donde le ocurrió lo mismo. El régimen de Videla tomó el poder
tras un sangriento golpe militar y su nombre fue agregado a la lista de
aquellos condenados por los escuadrones de la muerte. Días y noches de
amor y de guerra, se enmarca en los días de la dictadura en Argentina y
Uruguay.
En esta ocasión se exilió en Cataluña, en Calella, al norte de Barcelona
donde publicó en revistas españolas y colaboró con una radio alemana y
un canal de televisión mexicano. En este período escribe su famosa y
premiada trilogía Memoria del fuego.
Con todo, la obra de Galeano no es lo único importante. Vinculado a
causas políticas y defensor de la ideología de izquierdas, recuerda
cuando siendo miembro de la juventud socialista iba de pueblo en pueblo a
hablar de socialismo ante la mirada atónita de aquellos pocos que se
paraban a escucharle.
Galeano abogaba por las ideas que condenan el neoliberalismo y sigue
apostando por un socialismo real. Insiste en la crítica situación en la
que se encuentra Latinoamérica, sobre todo entre las nuevas generaciones
que no creen en la democracia. Según Galeano, cuando un gobierno adopta
soluciones que comprometen a diferentes generaciones, tiene la
obligación de consultar el pueblo, porque son soluciones que tendrán
repercusiones durante mucho tiempo.
En 1985 regresó a Uruguay, donde, tras haber superado una operación en
el año 2007, residía en Montevideo. Uno de los lugares que le gustaba
frecuentar era el café El Brasileiro; además dirigía su propia editorial
El Chanchito.