Moscú, (1821-1881). Fiódor Mijailovich Dostoievski, novelista, comenzó desde muy joven a desarrollar sus cualidades de escritor. Tras trabajar a los veinte años como traductor en San Petesburgo, su novela epistolar Pobres gentes le proporciona una efímera fama, ya que sus siguientes obras dejaron al autor en un olvido total. Condenado a muerte e indultado momentos antes de su ejecución, su estancia en Siberia marcará el devenir de su producción posterior, que le consolidó como un escritor de éxito. Máximo representante de la «novela de ideas», en sus obras aparecen rasgos de modernidad, sobre todo en el tratamiento del detalle y de lo cotidiano, en el tono vívido y real de los diálogos, y en el sentido irónico que apunta en ocasiones junto a la tragedia moral de sus personajes.
Crimen y castigo (1866) es seguramente la obra más lograda de Fiódor Dostoyevski (1821-1881). En esta parábola de transgresión y expiación, las elucubraciones de su protagonista Rodion Raskolnikov en torno al derecho de los hombres extraordinarios a utilizar el asesinato como medio para alcanzar fines superiores confieren al relato su carga ideológica. Sin embargo, los argumentos doctrinales encaminados a justificar la muerte de una vieja prestamista se combinan de forma intrincada con el estudio psicológico del criminal, cuyo forcejeo y desgarro íntimos confieren a la novela sus excepcionales complejidad y hondura.
A mi juicio lo peor que se puede hacer es editar una novela de esta importancia en un formato de libro bolsillo , con letra muy pequeña. Es un error hacerlo así porque, a primera vista, rechazas la lectura. Por su prestigio se hace el esfuerzo y te das cuenta enseguida que estas ante una gran obra, con una buena narración, descripción, diálogos que parece que estas ahí, en la escena, entre los personajes. Te atrapa la lectura, la trama, de tal manera que parece que estás viendo una película donde hay bastantes personajes, pero que todos ellos se encuentran en algún momento. Personajes típicos y situaciones de lucha ente el bien y el mal, entre lo legal y lo castigable. En fin, lectura recomendable pero en formado adecuado
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