Una
fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, el señor Linh
desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y
cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra que le ha robado
todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu.
Instalado en un piso de
acogida, el señor Linh sólo se preocupa
por ella, su única razón de existir hasta que conoce al señor Bark, un
hombre robusto y afable. Un afecto espontáneo surge entre estos dos
solitarios que, capaces de comprenderse en silencio, se encuentran
regularmente en un banco del parque. Pero, una mañana, los servicios
sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a
abandonar. El coraje y la determinación del anciano conducirán a un
inesperado desenlace, profundamente conmovedor. Una exquisita fábula
sobre el exilio y la soledad o, lo que es lo mismo, la lucha por
preservar la identidad. Su estilo narrativo extremadamente depurado,
casi minimalista, marca un punto de inflexión en la trayectoria de
Claudel, ganador del Premio Renaudot 2003.
Nació en 1962 en Francia. Ha sido profesor en varios liceos y de Antropología Cultural y
Literatura en la Universidad de Nancy. Trabaja como guionista y director
de cine, llevando a la pantalla algunas de sus obras. Cultiva el
género de la novela, siendo sus obras de planteamientos poco frecuentes
profundizando en los problemas humanos. Sus descripciones son sencillas
con tramas minimalistas, teniendo frecuentemente como fondo, el horror
de la guerra. Ha obtenido varios premios y ha sido abundantemente
traducido. En el año 2003 obtuvo el premio Renaudot por Almas grises y en 2007 el Goncourt des Lycéens por El informe de Brodeck.
Es penoso. Conclusion: se puede sentir la desolación de la soledad, del exilio; pero no se lo recomendaré a nadie
ResponderEliminarUn libro muy triste,deseando terminarle y no lo voy a recomendar.
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